Acompañado por la Presidenta del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF), Sara Hernández, y la Secretaria de Cultura de Veracruz, Xóchitl Molina González, el Gobernador David Monreal Ávila encabezó el corte del listón y el recorrido inaugural de la decoración de arcos, fachadas y espacios del Centro Histórico, además de un homenaje a personajes zacatecanos de la vida cotidiana.
El mandatario estatal expresó un reconocimiento a la Gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, estado invitado al Festival de Día de Muertos, y resaltó “a este pedacito de esa entidad que está en Zacatecas”.
Este jueves por la tarde empezó el retorno de las almas, entre recuerdos, arcos de color, ofrendas de luz, tapetes de aserrín y papel picado en el Centro Histórico capitalino.
En vísperas de Día de Muertos, la ciudad se transformó en un vibrante portal dispuesto a recibir a los invitados más esperados, las almas de sus seres queridos; la oscuridad fue vencida por la luz de miles de focos y la llama intensa del cempasúchil, que marcó el recorrido inaugural de las decoraciones monumentales y los altares.
El Centro Histórico se vistió de elegancia y júbilo desbordado para presenciar la vida que se asoma desde la tumba. Desde los balcones, las calaveras y catrinas engalanaron el recorrido de quienes aún perduran en la memoria.
Cada calle y plaza se convirtieron en una gran ofrenda urbana, que irradia con un aura de misticismo y arte con arcos florales monumentales en las puertas de edificios históricos y hoteles, que han sido enmarcados por densos arcos de flor de papel y cempasúchil.
Los arcos, adornados con esqueletos, fungen como puertas simbólicas por donde las ánimas acceden al mundo de los vivos.
Las calles principales se han techado con un cielo raso multicolor de papel picado, cuyas siluetas caladas flotan sobre los paseantes, creando un espectáculo de color y ligereza que contrasta con la solidez de la cantera.
El suelo se ha convertido en un lienzo, vestido de tapetes monumentales de aserrín teñido, con calaveras de grandes ojos florales, con lo que crean un sendero vibrante y efímero que guía el recorrido de los vivos y el retorno de los muertos.
Personajes que persisten en la memoria
Las calles de Zacatecas cuentan historias de personajes que transitaron por un andar de experiencias, vivencias y un gran legado que da vida a la historia social, política, comercial, cultural y artística de una vida cotidiana que da grandeza a nuestra gente.
El homenaje a personajes de la vida cotidiana de Zacatecas “Somos Familia” reconoce a aquellas mujeres y hombres que aportaron a Zacatecas un granito para ser una ciudad llena de grandes historias.
Este año, se recordó con un minuto de aplausos a personajes como Laura Esperanza de la Torre Mercado, Raúl Toledo Farías, Raquel García, Bernardino Sánchez, Santos Antonio González Esparza, Raúl Rodríguez Santoyo, el Presbítero José de Jesús López Acosta “Chundo”, María Luisa Díaz y Jesús López De la Torre.
Además, se rememoró a Luis Antonio Martínez Díaz, Malena Varela Parga, Efraín Enríquez Morales, Miguel Ángel Gil Morales, Alfonso Israel Márquez Chávez, Salvador Romo Munguía, Aurora López Domínguez, Martha Basurto Cortés, Guillermo Hernández García, la familia Duarte Parga e Ismael Guardado.
Son personajes que forman parte de la historia de Zacatecas, donde tienen un lugar en este gran corazón de plata, son parte del brillo barroco de esta ciudad y su recuerdo perdurará por siempre.
Y el recorrido siguió con figuras imponentes, como la Catrina en su vestido blanco, otras con sombreros anchos y velos, que rinden tributo a la elegancia del folclor mexicano.
En un gesto de cercanía, esqueletos de gran tamaño se asoman por los balcones de las casonas antiguas y saludan a la gente; la Catrina sonriente, rodeada de flores de papel brillante, parece haber regresado un rato a su antiguo hogar.
En el recorrido, se toparon con la figura del Cráneo Prehispánico con su penacho de plumas, y la Cruz de Cempasúchil. En el Teatro Calderón, se hizo un homenaje a los artistas zacatecanos Pedro y Rafael Coronel, Amparo Dávila y Fernando Calderón.
Desde este altar de cempasúchil que es hoy la capital del estado, se recordó que la verdadera herencia no está en lo que poseemos, sino en lo que recordamos; el arte de la ofrenda, la luz de la memoria y el colorido de la identidad no son decoraciones, son pilares fundamentales de la nación; honrar a nuestros muertos es un acto de corazón, es asegurar que el alma de Zacatecas y de México jamás se extinga.
En Palacio de Gobierno, la Secretaria de Cultura de Veracruz, Xóchitl Molina, explicó el gran altar instalado en el recinto, que se convierte en un puente hacia el Mictlán, ofreciendo a los seres queridos todo lo que disfrutaban cuando estaban con nosotros; el sentimiento de pérdida se transforma en una vibración de vida: “vivimos la vida de ellos”, reconociendo que sus recuerdos y memorias “siguen estando en nuestro corazón, en nuestra alma, en nuestro espíritu”.
Mientras, los voladores de Papantla hicieron una demostración en Plaza de Armas, para dar paso a un concierto de música tradicional de Veracruz.
 
		
		
	
 
				












 
			 
			 
			 
			 
			 
			 
			 
			 
			